Si tuviera que elegir tres, serían la empatía, la bondad y la sinceridad. Haré hincapié en la tercera, porque es indispensable en consulta. La sinceridad ayuda a que el proceso terapéutico avance más rápido y también sirve para llegar a acuerdos si la terapia se estanca y es necesario formular nuevas alternativas.

Cine y música están presentes en mi día a día. Viajar, siempre que se pueda, (después cuento cómo convertí de rebote esta afición en algo más). También confieso que tengo gustos particulares como escuchar el inglés del personal de abordo de los aviones y ver los colores de los atardeceres despejados.

Después de haber estudiado un grado y dos Másteres sigo formándome y leyendo todo lo que puedo. Me parece imprescindible contar con soluciones diferentes para cada caso, porque a pesar de que el problema pueda ser el mismo, cada persona es única y diferente.

Desde pequeña he sentido inseguridad por enfrentarme a cosas desconocidas e impredecibles. Un día decidí enfrentar estos miedos. ¿Cómo? pues haciendo una de las cosas que más me gustan: viajar. Viajé sola por parte de Europa, Laponia y Japón. Te aseguro que, en todas las ocasiones, volví recompensada.